Guido Sáenz González

Padre de la Cultura Contemporánea Costarricense

Precursor y promotor de la cultura en Costa Rica, Guido Sáenz González dedicó su vida a trabajar por y para la cultura con la firme convicción de que un pueblo cercano a la cultura es un pueblo en equilibrio. La larga lista de proyectos conseguidos, su gestión en la función pública y su prolífera producción personal, dejan en evidencia que hizo de este concepto su misión primordial, su razón de vivir.

Por: Lucrecia Alfaro

Hijo de Don Adolfo Sáenz Feo, hábil escultor y de la pintora Luisa González de Sáenz, don Guido vió la luz en la ciudad de San José el 1 de enero de 1929. Pasó su infancia y juventud rodeado de artistas de la talla de Teodorico Quirós, Fausto Pacheco, Francisco Amighetti, Margarita Bertheau y Manuel de la Cruz González, quienes dejaron una huella profunda e indeleble en él.

Foto de don Guido cuando estaba en el Colegio

Inició su gestión a favor del arte desde niño, cuando montó un teatro con sus compañeros de escuela en su casa en Barrio La California. Como los pequeños visitantes no tenían dinero, el “boleto” de entrada era una botella vacía que luego venderían.

Su padre siempre le apoyó en su gusto por el piano. Muestra de ello es que, al terminar su bachillerato en el Colegio Seminario, lo envío a Boston donde estuvo por más de un año estudiando este instrumento con disciplina y excelencia. Estadía en el extranjero que le permitió entrar en contacto con músicos y orquestas de talla mundial, lo que sin duda ayudo a formar en él una visión de mundo mucho más amplia, que más adelante proyectaría en su quehacer a favor del arte y la cultura.

Se distinguía por ser un hombre carismático, apasionado, con fuertes convicciones, de carácter y sin poses. A nivel personal se desempeñó como escritor, pintor, profesor, actor, pianista y crítico de arte.

Fungió como ministro de Cultura en las administraciones de Daniel Oduber (1974-1978) y Abel Pacheco (2002-2006), cargo que utilizó para ejecutar proyectos y gestionar todo lo posible a favor de la cultura. Sin duda alguna, su gestión marca un antes y un después en la historia de Costa Rica. Y en términos de cultura, este sería otro país sin su quehacer; se imagina si no existiera la Plaza de la Cultura, el Parque Metropolitano de la Sabana o el Ministerio de Cultura, todos proyectos impulsados por don Guido.

Cuando fue ministro de Cultura por segunda ocasión, en la Administración Pacheco, recuperó la Antigua Aduana y la convirtió en un gran centro cultural.

En 1988 recibió el Premio Magón como reconocimiento a su esfuerzo por la creación de importantes instituciones vinculadas a la promoción de la cultura en Costa Rica. Entre sus logros destacados están: el ser fundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil, del Museo de Arte Costarricense, del Parque Metropolitano La Sabana y del Parque de la Paz, así como promotor de la gran reforma en la Orquesta Sinfónica Nacional, en 1970.

Don Guido dando instrucciones en los cimientos de lo que sería el Parque de la Sabana

Pero también se encargó de poner la cultura en boca de todos cuando fue creador, director y presentador del programa Atisbos en Canal 13 -Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural-, del que también fue su director (1996-1998), y el cual reestructuró completamente.

Don Guido entrevistando al artista Manuel Zumbado en el programa Atisbos

En el 2002, poco antes de asumir el Ministerio de Cultura por segunda vez, don Guido publicó el libro “Piedra Azul: Atisbos en mi Vida”, que consiste en un recuento del desarrollo cultural costarricense de las últimas décadas del siglo XX, de las que don Guido fue testigo en unas y protagonista en otras.

Al terminar su paso por la función pública editó algunos libros más, en cuenta “Para qué tractores sin violines”, la obra teatral “La llamada del tiempo” y el libro “El Arte en la Memoria” en el 2015, con el auspicio de BAC San José, Periódico La Nación y Galería Valanti.

Ya retirado, a los 60 años, también se dedicó a la pintura. Su obra pictórica se enmarca en la corriente impresionista, cuyo tema principal es la naturaleza, donde enaltece a las plantas, ríos, montañas y bosques propios de la flora costarricense y en particular la de su jardín. Su técnica preferida el óleo sobre tela, con pinceladas gruesas y fuertes, acudiendo a una paleta de colores vivos y alegres que aportan a sus obras fuerza expresiva.

Obra «Porqué se Estremecen», óleo sobre tela 92×122 cm

El tener una trayectoria con tantos logros habla de un hombre con reconocido liderazgo que además contaba con dos cualidades que le permitían siempre ir adelante. Por un lado, su contagiosa iniciativa, pues era gestor innato de proyectos y por otro, su reconocida terquedad, que le impulsaba a hacerle frente a todo obstáculo y adversidad.

Tratándose de cultura don Guido siempre buscaba dos objetivos: uno, excelencia en lo creado, que se consiguiera la mejor calidad posible y dos, divulgación, que la mayor cantidad de gente tuviese acceso a ello. A esto, literalmente, dedicó su vida.

“Muchas generaciones le debemos a Guido Sáenz su estímulo y ejemplo para culminar nuestras vidas y carreras. El país entero le debe una obra perdurable que ha hecho una Costa Rica más culta que la que sufríamos en los 60. Es de justicia que todo el mundo lo sepa”, declaró convencido el periodista Carlos Morales en la entrevista que le realizara a don Guido, para el periódico El Jornal, como preámbulo de su cumpleaños 90, allá a finales del 2018.

Don Guido para Galería Valanti

¡¡Conocer a Guido Sáenz fue para nosotros, algo maravilloso!!

El comenzó a pintar cuando cumplió 60 años de Edad, el día que su esposa Daisy (q.d.D.g.) le regaló una caja de pinturas y todo lo necesario para comenzar su carrera artística.

Los primeros cuadros que hizo, fueron bodegones, naturalezas muertas y rincones de su casa.

Taller de pintura de don Guido en su casa

Poco a poco, comenzó a pintar las plantas de su jardín, que, por cierto es muy bello.

Esas primeras pinturas de su jardín exuberante eran casi fotografías a su estilo, todas muy bellas y exactas a la realidad. Así siguió pintando por alrededor de 30 años.

A principios de los 90s, Don Guido empezó a pintar un poco más minimalista. Con paisajes que proyectan una magia increíble, su pincelada, bastante liza, les aportan movimiento místico. Otros de sus paisajes presentan pinceladas diferentes, redondeadas, llena de dobleces, muy interesantes. Éstas convierten el paisaje en algo totalmente diferente.

Obra «Atardecer», Giclée, 48×57 cm

Considero que Don Guido, además de haber sido un gran artista plástico, fue también un gran escritor, músico, intelectual interesado en la divulgación y promoción del arte en general, tal fue que estuvo a cargo del Ministerio de Cultura en dos períodos diferentes y hasta llegó a tener su programa de televisión, durante casi una década.

Una de las experiencias más significativas que tuvimos juntos fue la creación de un libro de arte, con el título “El Arte en la Memoria” libro producido en conjunto entre La Nación, Bac San José y Galería Valanti, cuya prosa es precisamente la experiencia que tuvo Don Guido con cada uno de los artistas más importantes de la historia del arte costarricense.

Doña Marta Antillón, directora de Galería Valanti revisan junto a don Guido Sáenz el libro «El Arte en Mi Memoria».

Hablar con Don Guido era muy interesante, porque su grado de intelecto era muy amplio y manejaba muy bien la historia de la cultura.

Tenaz en su forma de ser y muy seguro en sus comentarios…

Sin Don Guido Sáenz, la historia del arte y la cultura costarricense no hubieran sido tan enriquecedoras, lamentamos mucho su partida y damos gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de compartir con una persona como él.

Parte del equipo de apoyo detrás del libro «El Arte en Mi Memoria»,(de derecha a izquierda): Doña Marta Antillón, Karina Salguero, Don Guido, Silvia Artavia, Daniela Vargas y Francisco Castro.

Principales logros de su gestión:

De 1970 a 1974 fue creador del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes junto con Alberto Cañas, y viceministro durante esa la administración José Figueres Ferrer.
En 1971 fue responsable de la reforma de la Orquesta Sinfónica Nacional y de la creación de la Orquesta Sinfónica Juvenil.
En 1973 creó la Plaza de la Cultura.
En 1978 creó el Museo de Arte Costarricense y el Parque de la Paz.
En 1980 creó el Teatro Popular Melico Salazar.
En 1982 recibió el Premio de Periodismo Cultural Joaquín García Monge.

Principales reconocimientos:

En 1988 se le otorga el Premio Magón por su gran aporte y promoción de la Cultura.
En 1982 recibió el Premio de Periodismo Cultural Joaquín García Monge.
En 1980 el periódico La Nación lo declaró el personaje más destacado de la década en el campo cultural.

Bibliografía: