ART ROOM: TAPIA LAND
Adentrarse en otra dimensión, en un mundo mágico dominado por colores alegres e intensos, por gatos dóciles y amigables, por bellas flores y cantidad de aves, donde reina la armonía y el equilibrio entre todos los seres presentes. Esta es la versión del paraíso que el artista Carlos Tapia plantea en la habitación 229 del Studio Hotel Boutique, en Santa Ana.
Por Lucrecia Alfaro/ Fotos: Gerardo Marín
“Quería algo muy colorido, muy yo…. Es mi versión sobre el paraíso. Donde por ejemplo los gatos son amigos y cuidan a los pájaros, los cuales se sienten seguros con ellos, contrario a lo que comúnmente sucede en la vida real…”. Empezó así Carlos su explicación sobre el concepto detrás de esta nueva habitación artística en el Studio Hotel Boutique, en Santa Ana; un proyecto conjunto más con Galería Valanti.
Es la primera creación tridimensional de este tipo que realiza y agrega que, por tanto, lo asumió con mucho entusiasmo. Al comunicarle que sería el próximo artista escogido para crear la siguiente habitación artística en este hotel, comenta que de inmediato empezaron a surgir en su cabeza las ideas de los elementos y las obras que incluiría en ella; pues confiesa que no suele hacer bocetos ni escritos, todo va directo de su mente al plano a intervenir.
Esta habitación recreada por Carlos Tapia, es la octava de este tipo de hospedaje exclusivo y artístico dentro del Studio Hotel Boutique y la tercera que trabajan de manera conjunta, de principio a fin, con Galería Valanti.
Para personalizar a su estilo único, el mundo de Tapia, cuenta con elementos de distinta naturaleza:
1) “El árbol de la vida” el mural, consiste en su versión del paraíso
El dimensionado mural “El árbol de la Vida”, fue realizado en sitio por Carlos Tapia sobre un retablo de madera de 190 cm de ancho x 280 cm de largo, junto a su parte anexa de 90 cm de base x 191 cm de alto.
2) “Dulces sueños”, la obra pictórica sobre la cama, un dimensionado gato que duerme a sus anchas en el espacio.
Sobre la cama “Dulces Sueños”, obra en acrílico de 50 cm de alto x 200 cm de base.
3) Tres obras gatunas al óleo sobre papel, colgando en la pared sobre la mesa del recibidor, singular técnica que Tapia domina con maestría hace muchos años.
4) “Mr. Darcy”, escultura de un gato muy señorial; primera incursión de Tapia en esta disciplina.
3) 5) Obra circular en acrílico sobre madera que alude al juego de perspectivas arquitectónicas, -características en el quehacer artístico de Tapia- realizada como si la estuviera viendo acostado en el piso
6) Dos obras pictóricas de gatos en la salita de estar, una dedicada al gato en color azul que duerme plácidamente y la otra, en contraposición, con tres gatos muy inquietos, de mirada penetrante, que se llama “Ver, Oír, y Callar”
y 7)Mesa auxiliar con sobre pintado de 3 versiones de menú típicos en individuales; confiesa Carlos que esta fue una travesura de su parte, pues originalmente iba otro diseño, pero que, al ver la mesa recordó aquellos menús a la entrada de las sodas y los restaurantes de cuando era niño: uno con gallopinto con huevos, otro con pollito con papas y el tercero la propuesta “light” de ensalada de lechuga con tomate y pepino.
El mural, “El árbol de la vida”, es el elemento de mayor dimensión, sobresale en el espacio y atrapa la mirada. Como ya anotamos antes, es la versión de Carlos Tapia sobre el paraíso, una jungla idealizada donde todo es armonía, donde la serpiente no tiene una manzana sino una piña en su boca -muy al estilo tropical-; los gatos cuidan a los pájaros, las flores se visten de los colores más vibrantes e inusuales y el árbol principal -tipo roble sabana- destaca con sus hermosas flores en bellos tonos rosa y fucsia y como cierre, en la segunda parte del mural, junto a la ventana, un intrépido gato cuelga divertido de la rama del árbol…En fin, una obra que provoca muchas sonrisas al contemplarla, al tiempo que estimula la imaginación e invita a disfrutar de la estadía.
Y es que ese es precisamente el objetivo del artista detrás de su puesta en escena: con sus colores intensos, los gatos, la exuberancia, las divertidas escenas y el desenfadado de los protagonistas gatos. Un lugar adonde se ame, se coma delicioso, se brinde por la salud de la gente amada, donde la luz sea bienvenida, mientras el follaje se asome por la ventana. “Aquí todos los placeres están permitidos. Quiero que quien se hospede acá se sienta en paz, cómodo y feliz”, argumentó Carlos convencido.
Para lograr esas positivas sensaciones solicitó que todas las paredes y cielo raso fuesen acabadas en color blanco, así como la columna-base para la escultura y la mesa auxiliar. De tal manera se consigue el EQUILIBRIO frente al intenso y abundante colorido de sus obras.
A ello se suma la oportuna iluminación indirecta perimetral, que bordea la habitación, de cielo a piso, que consigue dar una sensación flotante y de serenidad a la estancia.
Como un extra interesante y significativo, el Studio Hotel Boutique es “pet friendly”, eso significa que los huéspedes podrán quedarse con sus gatitos, perritos y demás mascotas en la habitación y compartir con ellos este divertido espacio de carácter realmente único.
La intervención en sitio:
Para crear el mural en la habitación y supervisar la ubicación de cada elemento dentro de la misma, Carlos traslado temporalmente su residencia al Studio Hotel Boutique durante una semana, lo que le ayudó a compenetrarse aún más con el proyecto y el ambiente donde está inmerso y trabajarlo con tranquilidad, enfocado en cada detalle.
Al consultarle sobre las especies de flores y pájaros incluidos, explica que si bien se inspira en las existentes en la naturaleza las modifica y pinta a su manera, su propia versión de cada uno de ellos, sin apegarse estrictamente a nada. “En la pintura todo depende de uno, uno es quien manda y eso me encanta”. Por ello, esta habitación es un mundo aparte es: Tapia Land.
Suscríbase a nuestra lista de correos
Recibirá actualizaciones y avisos de nuevas obras de arte.